Roland
Barthes dice, en Fragmentos de un
discurso amoroso, que en el abrazo con la persona que amás está todo
‘suspendido: el tiempo, la ley, la prohibición; nada se agota, nada se quiere;
todos los deseos son abolidos porque parecen finalmente colmados’.
Mircea
Eliade dice, en Mito y realidad, que
al leer entramos en un tiempo distinto al de todos los días, como se hacía en
el mito, que se desprendía del tiempo común, pagano. Al leer una historia el
tiempo ‘real’ queda suspendido. El tiempo, como el abrazo, es una rebelión
contra el tiempo que nos imponen, ese del capitalismo, tiempo es dinero y si no
estás haciendo dinero estás perdiendo el tiempo. Amar es, para esa concepción,
perder el tiempo. Amar es, para mí concepción, aprovechar el tiempo.
Exprimirlo. Como el Carpe diem. El más
lindo de todos.
Pier
Paolo Pasolini empieza un poema diciendo ‘Sólo el amar, sólo el conocer/
importa, no el haber amado,/ no el haber conocido’. Amar y conocer son actos
que importan en infinitivo. El pasado no existe. El infinitivo también es un
rebelde. Amar y conocer están en un mismo plano, es imposible amar sin conocer
como es imposible conocer sin amar. El infinitivo no distingue persona, número
ni tiempo. Toda persona puede amar, toda persona puede conocer. No importa
cuándo. Importa el qué.
Cuando
amás, cuando conocés, no podés hacer más que eso. No existen otras cosas. No
pueden existir y ahí está el esfuerzo de amar y conocer y también su
recompensa.
Todo el dolor vale la pena.
C: pla pla pla
ResponderEliminarQué lindo lo del abrazo. Es tal cual así: todo suspendido.
ResponderEliminarJaime Sabines.- Si sobrevives
ResponderEliminarSi sobrevives, si persistes, canta,
sueña, emborráchate.
Es el tiempo del frío: ama,
apresúrate. El viento de las horas
barre las calles, los caminos.
Los árboles esperan: tú no esperes,
éste es el tiempo de vivir, el único.
(me hizo acordar a eso, y al invierno que está viniendo)
Y a mí lo de Sabines me recordó a esto
ResponderEliminarNo te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
No te salves - Benedetti