Al día siguiente de meter muchos valiums en mi cuerpo para que afectaran mi cabeza lo había visto a EL. Lo crucé de casualidad en ese mismo lugar que por primera vez vi sus ojos de galaxia, vestido de azul como aquella vez. Nos saludamos, era la primera vez que lo veía desde que él tenía novia y me moría de ganas de huir. De irme. De inventar una excusa. De salir corriendo. Pero no podía mentirle a ese hombre que, más allá de todo lo que me había lastimado, seguía amando.
-Hola, ¿cómo andás?
-Bien, ¿vos?
-No me mientas, boluda, no me digás que estás bien.
-Malvado, te gusta la desgracia ajena, jajaja.- Y lo golpeé suavemente en su hombro. Me agarró la mano.
-Compartimos todo durante mucho tiempo, sé que no estás bien, ¿qué te pasa?- Por un segundo dejé que me agarre la mano, quedé sintiendo su calor, su textura. Estaba tan cerca y eso parecía oponerse a todo el tiempo en que estaba lejano. Pero lo solté. Bruscamente. Salí de ese encantamiento y volví a tierra.
-Nada, tonto, te jodía. Uno dice que esté bien porque sabe que el otro pregunta cómo estás por convención, así que ninguno de los dos debería molestarse, ni el que recibe un bien de compromiso ni el que sabe que preguntan por preguntar.
-Uhhh vos siempre filosofando por todo!. No me cambies de tema, quiero saber por qué estás mal!
-¿Qué te importa?- Y fui distante. Muy.
-Bueno, me preocupás.
-No soy más tu novia, no jodás.
-Eu ¿por qué me tratás tan mal? ¿No dijimos que iba a quedar todo bien cuando cortemos?
-Dijimos mil cosas. No quiero hablar.
-Dale contame qué te hice...-Respondió, desafiante
-Si tanto te interesa, te voy a decir que me hiciste. Por vos me sentí usada. Una pelotuda.
-¿Ehhh? ¿Por qué?
-Porque tenemos conceptos diferentes de lo que es amar. Para mí cada persona es como una artesanía, diferente y frágil y compleja y no puede cambiarse por otra. Para vos no, para vos la gente es una coca-cola genérica que cuando se acaba vas al quiosco y comprás otra. Vos no me amabas a mí, amabas tener una novia. Por eso cortaste conmigo y buscaste otra que esté ahí cumpliendo el mismo rol Y no cambiaste nada, ni las palabras ni el formato ni los diálogos ni nada. Y yo no puedo hacer lo mismo, no me sirve, no me llena, no me sale. Y no es tu culpa, vos tenés esa forma barata de amar, pero yo fui parte, yo creí que nuestro amor era algo más y me da bronca, más que por vos, por mí. Por haber caído en esos moldes. Por comerme todas las cursilerías de Hollywood creyendo en un amor pelotudo que sólo es mirarse a los ojos y que te brillen y que no haya un día a día, un reconstruirse mutuamente y seguirse amando a pesar de los cambios, un ir más allá, un aceptar que el otro ronca o no te deja espacio en la cama y que eso también sea amor. Compartí tu idea básica de amor y me sentí bien. Y en realidad yo no sabía lo que quería. Y creí cuando me dijiste que sin mi te morías pero es mentira, te morís si no tenés una relación superflua para escaparte de vos mismo y conformarte, no te morís sin mí.
-Boluda te fuiste a la mierda. Me estás juzgando, insultando, a mi, a mi novia.
-¿Qué carajo le pasa a la gente? Decís cualquier cosa y resulta que la estás juzgando. No, querido, no te estoy insultando a vos ni a tu novia. Es el tipo de amor que eligieron. Me estoy insultando a mí por creerme los versos de las canciones putas de la radio. Me insulto por mi ceguera, mi conformismo y mi estupidez. Por eso. ¿Viste esos libritos que venían de chiquito que unías los puntos y después coloreabas de acuerdo a un modelo? Eso fui yo. Creí en los modelos impuestos en vez de crear el mío propio. Me confundí. Ahora me siento en el espacio viendo cómo no tengo punto de apoyo ni modelos a imitar. ¿Pero sabés qué? Es mejor. Porque sé que dentro mío no necesito juntar la línea del uno al dos y del dos al tres como si el amor fuese así de lineal, un beso, más besos, querés ser mi novia, te amo, sos el amor de mi vida, me hacés feliz, querés conocer a mi vieja, casémonos. Y seguir los colores para ver qué es lindo. Voy a lograr un dibujo mio, con muchas más escalas y gamas de colores. Y me va acostar más pero va a ser como yo quiera...y por eso va a durar más.
-Sos una forra. Yo te amé, ¿entendés? Y estuve mal mucho tiempo, pensé en matarme y esas cosas pero tengo que seguir viviendo.
-Ya te dije, gracias por haberme amado. Gracias porque la pasé bien, no, no la pasé bien, fui feliz! Y aprendí mil millones de cosas pero gracias a eso sé que quiero que mi próxima relación no sea así. Sos un lindo recuerdo. A veces me violento, porque pienso que no, pero eso es cuando lo miro con mis ojos de ahora, con otra visión. Pero cuando estuvimos juntos, me hiciste feliz. Y eso no me lo quita nadie. Y vos seguís viviendo a tu manera pero para mí esa muerte es peor que la del valium. Si, sé que escuchaste los chismes y por eso me preguntaste si estaba bien. No me importa. Peor es para mi morir comprando algo ajeno, en una relación llana, aburriéndome.
-...
-Bueno, ya te dije todo y vos no querés decir nada, ¿no?.
-No.
-Nos vemos.-Y le di un beso en la mejilla, rápido, fuerte.
Mientras caminaba sentía como una lágrima me corría todo el rimel. Y era una lágrima de alegría. Me sentía aliviada. Y me dí vuelta y lo vi parado, con sus ojos en el infinito. Y de repente movió rápido la cabeza, como alejando sus pensamientos, y siguió caminando como antes. Como siempre.