Me hacen feliz

miércoles, 1 de febrero de 2012

Casate conmigo.


Si tengo que elegir un medio de transporte, me quedo con el tren. Lejos de esa visión romántica del tren europeo de principios de siglo, el tren que a mi me gusta es ése que se toma por ser mucho más barato que cualquier otro medio de transporte. Los asientos son precarios, las luces apenas funcionan, los ventiladores son decoración. No es eso todo lo que me gusta sino que la gente se apropie de los trenes. Mirás una pared y hay un dibujo. Caminás a fumarte un pucho en el andén y te encontrás con una poesía pegada en un papelito.  Ese dinamismo del tren, de poder ir a fumar o ir al vagón comedor a colgar leyendo o dibujando, eso me encanta. En el tren siempre hay alguien desesperado por contarte una historia. Y siempre hay alguien con ganas de escuchar. Una amiga una vez me dijo que en los trenes se sentía en una película independiente. Y yo nunca encajé en las historias de Hollywood. 


En tren nos fuimos con la mina de los tatuajes. Viajamos a la costa. Playa es para mí olor a bronceador, los pelos duros de la sal, la arena pegada en los pies. Y el mar es ese para meterse y saltar olas, el revoltoso que te lleva de un lado a otro, sin poder controlarlo. Es el horizonte con dos líneas azules, lo más parecido que vi a la llanura que caracteriza mi tierra. Mar es llenarme los sentidos, su sonido, su color, su tacto en las palmas que deslizo suavemente, con los dedos abiertos para que simplemente me atraviese.


Siempre que me metí al mar con alguien era un familiar o un amigo. O un grupo. Pero nunca me había metido con alguien que quiera. No sabía de los besos salados y las risas de amor. Me acordaba de un pasaje de un libro de Camus, en que su personaje se ganaba mi simpatía al jugar en el mar con su mujer amada. Yo me sentía El extranjero. Pero con ella todo lugar me era propio. 


En medio de ese juego se me ocurrió decirle "Mon amour, casemosnos". Y ella se paralizó y me miró fijo. Y una ola le pegó con todo y yo me reí y ella me seguía mirando fija. La agarré de la cintura y le di un beso y cuando abrí los ojos seguía dura. "Amor, ¿qué onda?  No es para que te pongas así. Es un re acto político. Nos ganamos ese derecho, usemoslo. No nos lo regaló nadie. ¿Te imaginás cuando hagamos el viaje que planeamos por Latinoamérica y le digamos a la gente que estamos casadas? Yo conocí a unas españolas que estaban casadas, mucho antes de que se legalice acá. A mí me pareció algo imposible. Pero al ver que ellas podían, fue real. No era algo que nunca iba a pasar. Y mirá, pasó". Las olas nos seguían golpeando aunque ella no me respondía nada. Miraba intermitentemente a mis ojos o mis labios. Pero no decía nada. Y pese a que yo esperaba un "no", porque la sabía anarquista, porque ella no necesitaba de ningún papel que le de el Estado para comprometerse (como me decía), igual necesitaba una respuesta, una que no fuera silencio. Y seguía teniendo silencio.

18 comentarios:

  1. No sabía de los besos salados y las risas de amor <3

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  2. La ultima vez que le dije a mi novia casemos practicamente me dijo que primero tengo que nadar con tiburones, aguantar la respiracion 45 min, convivir un año, y RECIEN capaz que me dice que si... Igual yo se que me va a decir que si y a vos tb ;)

    Saludos!

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  3. aaaaaay y nos dejás a nosotras también con sólo silencio ??

    no me atrevo a aventurar la respuesta pero ojalá haya sido un sí ...

    estoy ya esperando la próxima entrada, se sabe :P (por conocer cómo sigue la historia, y por puro placer de leer tus textos tan lindos..)

    Besooo!

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  4. Ay, me muero! Yo imagino, espero y quiero creer que fue un si, no tengo dudas de eso.
    Es tan lindo la playa ... Y debe ser más lindo aún si vas con una persona que querés .. (espero que algún día me pase)

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  5. Creo que peor que un "no" es no obtener respuesta alguna.

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  6. sí, es cierto, a veces el silencio es peor que todo, insoportable.
    hace mucho que no firmaba creo, pero te leo Lucero, un placer como siempre. saludos!

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  7. En la primera o segunda cita con mi novio hablamos sobre ese tipo de cosas. No porque ya quisiéramos casarnos (en lo más mínimo, ni siquiera nos pusimos "en una relación" en facebook hasta que tuvimos un tiempo considerable juntos), sino que lo charlamos para ver si teníamos los mismos objetivos.

    Más allá de que no quiero tener hijos ahora, quiero tener hijos algún día. Y si eso no estaba en sus objetivos estaba a tiempo de no enamorarme por completo de alguien que me iba a hacer sentir un vacío el día que me sienta preparada para ser mamá.

    Es importante tener las mismas metas.

    - Ahora, ¿tenés el sueño ese de casarte? - le pregunté.
    - No, ni en pedo.
    - Yo tampoco, me parece algo tan... desconfiado.
    - Claro, es como que necesitás un escrito para la previa separación.
    - Tal cual.

    Y mientras iba pasando el tiempo empezó a cambiar nuestro punto de vista. No, todavía no hubo proposición... Pero de apoco fueron tirandose indirectas de que ya no pensábamos de esa manera como antes. De que sería lindo hacer una demostración de amor tan grande. Se le escapó un "el día que nos casemos" y casi muero.

    Y eso que no somos una preja de homosexuales, pero me imagino que para una relación homosexual tiene más valor todavía. Porque no podían y ahora sí, porque era algo mucho más soñado y fantaseado. Es mágico, por decirlo así.

    Igual, creo que fue como un poco apresurado de tu parte. O sea, no creo que buscaras el "sí" para este año, sino saber que podés llegar a tenerlo el día de mañana al igual que yo buscaba el "sí" de mi novio frente al plan de tener hijos algún día.

    .

    ¡Quiero saber ya qué pasó!

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  8. fuerte... deber ser MUY fuerte q te apuren asi cuanod ni lo habias pensado. Paciencia querida!

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  9. el silencio es una tortura atroz. Qué lindo lo de los besos salados, los abrazos en las olas. Y si te acordaste de El Extranjero, no te olvides que Mersault no latía. Vos parecés latir en extremo.
    Mucha suerte (:

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  10. Ese maldito silencio que tanto dice y tanto oculta...

    Saludos

    J.

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  11. Eso, nada: muy buen blog.
    Me encanta cómo narrás.
    Saludos.

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  12. El Extranjero, qué buen libro... me estoy morfando tu blog desde hace horas, no puedo parar de leerlo. Me encantaría que mi novia sea un poquito más como vos...

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