Siempre me dieron pena las
cosas en vitrinas. Cada juguete que tengo no tiene su empaque original, pero
tiene felicidad. Mis manos del tamaño de un niño y con las ganas de jugar que
tiene un niño los toman y juegan. Los juguetes viven cuando los usás y mueren
un poquito más cada minuto que pasan encerrados para ser vistos.
Lo mismo pasa con los
libros. Me caen mal los libros puestos sólo para ser vistos. Mi tío para su oficina compró libros por metros, tapas todas iguales color bordó con letras doradas, pero páginas jamás leídas. Y eso que los libros pueden ser
hermosos y además vivir. Prefiero un libro que puede ser perdido por haberlo
prestado que un libro aburrido en mi biblioteca. Prefiero un libro escrito en su interior, pero con vida, a uno sacralizado que se mantiene como si nunca hubiera pasado nadie por ahí, como si uno pudiera permanecer inmutable cuando otra persona lo recorre.
Hace poco dejé bien a la
vista y a mano mis crayones y fibras. Mis amigos vienen y dibujan. Inauguré un
cuaderno para eso. Las hojas más felices son las que son dibujadas, escritas,
convertidas en avioncitos que se tiran con un mensaje de amor, como en el peli Los amantes del círculo polar. Pienso en
las pobres hojas usadas por la burocracia. Qué triste ser árbol muerto para
cumplir la finalidad de informar el importa en dinero que hay que pagar este mes.
Años atrás compré una bolsa de soldaditos. Quería ponerlos en fila en una estantería, porque eran lindos. Pero supe que era mejor que, como soldados, vayan afuera por sus aventuras. A mis amigos les regalé un soldadito, para que los cuide. Uno fue comido por un gato, otro perdido en una noche de borrachera, uno habita en una cartuchera de facultad y a otro lo pusieron en la parte de adelante de la bici y vio un mundo que no existía en la estantería.
Me encantan las verdulerías.
Cuando voy me quiero llevar todo. El placer estético de ver esas frutas y
verduras continúa cuando las cocino y las comparto con alguien en una cena. Miro
mis plantitas de tomates, dando sus primeros frutos y les agradezco mucho y como unas
ensaladas con otro gusto.
Cuando me preguntan
cuántas veces me enamoré, a cuánta gente amé, no puedo responderlo. No puedo
coleccionar cosas, menos podría coleccionar gente. Si me preguntás por mis
juguetes, qué sé yo sobre mis juguetes: existen en esas ganas de jugar o cuando los veo y me sacan una
sonrisa. Todo existe en el momento en que lo llevás a cabo, o lo disfrutás, o
lo pensás o lo decidís. Un libro que nadie lee ni a nadie le importa que exista
ni hace feliz a nadie, no existe. Un amor que no es presente, pasado y futuro
al mismo tiempo, no existe.
No me pregunten a quién amé.
Preguntenme si en este momento estoy amando, independientemente del quién o del
qué. Y les voy a responder que sí.
me encantó, mucho muy.
ResponderEliminarMe gustó lo que dijiste de los libros, tengo varios que los cuido mucho porque no quiero que se arruguen o se doblen mucho, pero ahora veo que cuanto más "deteriorado" estén, es porque fueron disfrutados.
ResponderEliminarLindo texto, me gustó (:
Suerte!
El libro mas roto es el mas leido y el que mas cariño recibio. lo mismo el camioncito que -citando a manolito de mafalda- ya fue victima del 'cometido de chico' perdio sus ruedas, no las necesita para transportarse. envidio a los juguetes que pueden explorar un rincon recondito en el que yo no entro, pero ellos no serian nada sin mi.
ResponderEliminarmuy lindo.
Bonito. Muy muy bonito. Es importante que siempre estés amando a algo o a alguien y si principalmente sos vos, será mucho mejor.
ResponderEliminarM.F
Me encanta este lugar; tal vez porque lo que mas me gusta, es tu manera de expresarte.
ResponderEliminarNo te gusta encerrar, simplemente porque amas(se que si) lo mas sagrado que tenemos, y muchas veces mal empleamos: Nuestra libertad.
No te preguntare lo obvio, mas allá que ya respondiste.Te preguntare si tu alma es libre o es propiedad del viento...
Besitos
que lindas cosas que escribís, eh.
ResponderEliminarYo nunca pude poner las cosas a nivel "vitrina". siempre las saco (tengo muchos juguetes y a los 22 sigo comprando) y aunque sea un ratito, me quedo tocándolos, recordando cuando jugaba con ellos (tengo muchos de mi infancia), abriéndolos...
dijiste cosas muy ciertas, otras me empalagaron. y dejo la huella para cortar con tanta dulzura.
ResponderEliminarGracias, porque tus palabras siempre llegan en el momento justo.
ResponderEliminarEste tema iría muy bien con esta entrada:
http://www.youtube.com/watch?v=eiaK8KMVgPI&feature=share&list=PL033E65977D9E7AE0
No debe de ser fácil coleccionar amantes, no.
ResponderEliminarSaludos
J.
Sublime
ResponderEliminarV.
Una hermosura absoluta lo que escribiste, le llegó a mi niña interior como también conmovió a mi amante interior. Genial.
ResponderEliminarWow, ¡como escribís! Encontré tu blog de pura casualidad pero que regalo en este día. Cada articulo leído te absorbe, te hace pensar, te hace sonreír...impresionante.
ResponderEliminarTodo muy lindo, pero ni en pedo presto un libro, jajaja
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